Proyecto Escuela Para Padres de la Institucion Educativa Maria Michelsen de Lopez

INTRODUCCION

Las escuelas de padres surgen a principios del S.XX, en Francia y Estados Unidos, para responder a una sociedad preocupada por las condiciones de la infancia, ya que la educación es considerada como un aspecto formativo muy importante para los escolares, y alcanzar su objetivo prioritario, esto es, que la escuela y las familias estén en continuo contacto.


La escuela de padres ayuda a éstos a afrontar la educación de los hijos. Esta es una tarea difícil en la sociedad actual. Es necesario que los padres sepan orientar y formar a los hijos, para ello deben conocer las etapas evolutivas por las que pasan y colaborar para que ellos mismos formen su identidad.

Ser padre o madre es una tarea vital, un oficio para el que se necesita información y posibilidad de ponerla en práctica. Es una responsabilidad que hay que asumir y que ayuda a madurar, ya que permite revivir el pasado familiar y, desde él, impulsa a mejorar para adaptarse a las necesidades que tienen y que tendrán los hijos en el futuro.

JUSTIFICACION

La Educación es un proceso bastante complejo de formación permanente, personal, cultural y social, que implica una gran responsabilidad y se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, por lo que esta formación no puede ni debe dejarse aisladamente en manos de la escuela, de la familia, o de la comunidad, por el contrario se hace necesaria la integración de estos tres elementos, los cuales se constituyen en lo que es verdaderamente la comunidad educativa.

En la búsqueda de la calidad de la Educación, es importante identificar y cualificar todos los procesos que contribuyan a la realización plena del individuo y a la satisfacción de las necesidades e intereses de la comunidad, ya que esto permite brindar alternativas de solución a los problemas educativos.

Uno de estos procesos es el trabajo conjunto familia - escuela, desafortunadamente el interés de algunos padres en la formación de sus hijos ha sido poco aprovechado por la escuela, para el proceso formativo de los alumnos.

Se habla demasiado sobre la necesidad de la integración de los padres de familia en el proceso educativo, pero en la mayoría de los casos no se les ha dado la oportunidad para reflexionar conjuntamente sobre los tópicos más elementales de la Educación.

Las actitudes de los padres de familia tienen, indudablemente, mucho peso no solo dentro del ambiente de la Educación de los hijos, sino dentro del proceso que lleva a su formación integral.

Por todo lo anterior, "El Diagnostico del estado actual de la organización de la Escuela de Padres", se justifica no solo como estrategia de reflexión sobre la integración, participación e interacción Escuela - Familia, sino también como motivación y concientización de los padres en la misión formadora de sus hijos, lo cual trae consigo procesos, donde los directivos y docentes juegan un papel protagónico como primeros sensibilizadores, provocadores y orientadores a través de su quehacer, fundamentados en la autonomía, flexibilidad, participación y demás oportunidades brindadas por las normas legales vigentes, generando

acciones con sentido y articuladas en el Proyecto Educativo Institucional, a través de una propuesta de curricularización de la Escuela de Padres, que propenda por la construcción de una escuela que responda a las necesidades, intereses, potencialidades y proyecciones a la comunidad con miras a brindar alternativas de solución a sus problemas y aspiraciones.

Lo anterior se sustenta teóricamente en que si la familia es el agente natural en la Educación de sus hijos y delega sus atribuciones, al menos parcialmente e la escuela, se comprende que tanto la escuela como la familia deban ir de la mano.

La legislación actual llama la atención a la familia, como primera responsable de la formación del individuo y a su vez brinda directrices para que la escuela la vincule en todas sus instancias y proyectos.

Es así que la escuela en su búsqueda para cumplir estos preceptos debe fundamentar su acción educativa en acatar y contemplar la Ley General de Educación y la Constitución Política de Colombia.

Teniendo en cuenta el artículo 41 e la Constitución Nacional, que exige el fomento de prácticas democráticas en todas las instituciones de Educación, para el aprendizaje de los principios y valores de la participación ciudadana, junto con la resolución 01600 de 1994, que institucionaliza el proyecto de Educación para la democracia, dentro del proyecto educativo institucional, la escuela ha planteado las estrategias para la participación democrática de los alumnos y docentes, pero aun no ha implementado lo relacionado con la forma de hacer participar los padres de familia en todo el proceso educativo.

La elaboración de estrategias que permitan una participación mas activa de los padres de familia dentro del proceso educativo de la escuela, se constituye como uno de los objetivos prioritarios, dentro de el perfeccionamiento de la calidad de la Educación.

Dentro de la amplia responsabilidad de los padres con respecto a los estudios de sus hijos, cabe precisar que la escuela juega un papel importante en la orientación y asesoría a los padres, para que se integren en uno solo con las políticas y filosofías de la institución.

Para llevar a cabo esta exigencia, la escuela debe implementar las estrategias que le permitan cumplir a cabalidad con lo exigido.

De ahí que es de vital importancia en la actualidad, que todo proyecto Educativo Institucional (PEI) contenga los lineamientos o las políticas de integración de la familia con la escuela, entendidas como la CONSTRUCCION de la "cultura de la participación" y es precisamente en este espacio donde se consolida y fundamenta la propuesta para la existencia de la ESCUELA DE PADRES.

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA.
MARCO LEGAL

Conocida la problemática familiar que afecta a los distintos miembros del hogar el M.E.N. en el nuevo Curriculum educativo plantea la imperiosa y urgente necesidad de estructurar y poner en marcha la Escuela de Padres como un programa de la comunidad educativa, tendiente a brindar apoyo técnico y práctico a los padres de familia para fortalecer su quehacer como formadores de futuros ciudadanos. Estas acciones deben estar enmarcadas en los parámetros de la prevención, educación y atención tanto a la familia como a los hijos, buscando la participación de los distintos estamentos de la comunidad.

El M.E.N., por Decreto 088 de 1976 y 1419 de 1978, recomienda la organización, estructuración y puesta en marcha del Programa Escuela de Padres, como actividad directa de la comunidad educativa.

La Constitución Colombiana establece los principios y valores que sirvan de marco y fundamento a toda nuestra organización social, como estado y derecho democrático, participativo y pluralista fundamentado en el respeto de la dignidad humana en el trabajo y la solidaridad de las personas que lo integran en la prevalencia del interés general (art. 1 Constitución Nacional).

En el capítulo 2 de los Derechos Sociales literal 44, son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada su nombre y su nacionalidad, tener una familia y no ser separado de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de la opinión. La idea de valor se relaciona con la propia existencia de la persona ya que involucra su conducta individual y su desenvolvimiento social en esencia todo su ser.

La carta de los Derechos del niño promulgado por la O.N.U: confirma que el niño tiene derecho a un hogar con padre y madre presentes, que se amen y porque se aman desean tener hijos y como el niño tiene necesidades específicas que solo serán desarrolladas en una familia, esta tiene grandes responsabilidades para con él, pues debe darle las condiciones morales necesarias para su realización como persona y para su felicidad.

La convivencia entre padres, hijos y abuelos permitirá la interacción que es la preocupación por la felicidad de unos por otros.

OBJETIVOS

1. proporcionar a los padres de familia diversas estrategias para entender, apoyar, comprender y dar respuesta a los cambios propios del proceso de desarrollo por el cual está pasando sus hijos, tanto en el ámbito emocional, afectivo, académico, como social.

2. Que los padres de familia conozcan y aprendan métodos efectivos para apoyar a sus hijos en el mejoramiento y superación académico, que permita además vivenciar los más altos valores humanos y familiares.
3. Promover un cambio de actitud en los padres de familia frente a sus problemas y los de la sociedad, con el propósito de buscar soluciones a sus conflictos más comunes.
4. Ofrecer a los padres de familia la ocasión de una seria reflexión, estudio y análisis de su responsabilidad en el proceso de formación de sus hijos.

5. Fomentar la participación de los padres y madres de familia en el proceso educativo como miembros activos de la comunidad educativa.

6. Contribuir a que los padres establezcan una optima comunicación con sus hijos.

ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS

La metodología que se debe utilizar será:
Conferencias
Mesa redonda
Trabajo de grupos - talleres
Socio - dramas
Foros
Estudio de casos
Convivencias


EJES TEMÁTICOS DEL PROGRAMA


El programa de Escuela de padres contemplará básicamente cinco áreas de las cuales se desprenden otros temas que cualquier padre de familia debe conocer y de esta forma ofrecer elementos para que los padres den a sus hijos una formación integral. Dichas áreas son:

1. ÁREA ESCOLAR: Busca fundamentalmente la vinculación del padre de familia con el colegio ya que muchos de ellos solo asisten forzosamente a una reunión de padres para informarse sobre el resultado académico de sus hijos. Muchos problemas escolares de los hijos, podrían evitarse si se contara con la participación activa y oportuna de los padres de familia. Es importante que los padres de familia conozcan los distintos problemas y dificultades que se le presentan a su hijo en torno al proceso enseñanza - aprendizaje, el manejo y desenvolvimiento en el ambiente escolar las relaciones entre los compañeros y con los profesores.
TEMAS:
UNIDAD I
ÁREA ESCOLAR

1. Disciplina
2. Problemas de aprendizaje
3. La dislexia
4. Las fobias escolares
5. La inasistencia escolar. Causas y consecuencias
6. La motivación
7. Cómo manejan los padres las tareas escolares de sus hijos
8. La rebeldía en los hijos
9. El hurto en el escolar
10. Cómo pueden los padres de familia vincularse a las actividades escolares de sus hijos.
11. El ambiente familiar y su incidencia en el rendimiento escolar

2. UNIDAD II
ÁREA PSICOLÓGICA

Lo complejo de la persona humana exige para su manejo y dirección el que se tengan presentes algunos principios básicos de orden psicológico.
En el caso de la estructura de la personalidad del niño, adolescente, joven entran en juego factores como: familiares, sociales, ambientales, educativos, religiosos etc. Otros que bien orientados ayudan al desarrollo de la persona.
Cada período de la vida del ser humano trae consigo unos comportamientos intereses y necesidades que exige de los Padres de Familia estar preparados para asegurar una adecuada formación a los hijos en procura de lograr un desarrollo psicológico, afectivo, social, moral e intelectual que lleven al respeto de la individualidad y la privacidad en las distintas etapas de la vida.
TEMAS
ÁREA PSICOLÓGICA

1. Etapas de la vida de las personas
2. Características psicológicas de la edad
3. El niño preescolar y la vida familiar
4. El juego y la vida del niño
5. El niño agresivo y desatento. Como manejar estas situaciones en el hogar
6. El sexo. Manejo del cuerpo
7. El noviazgo. Sus implicaciones

3. UNIDAD III

ÁREA FAMILIAR

El ambiente familiar es el escenario de todo tipo de vivencias; allí se inicia la socialización y la formación de valores y elementos necesarios para una formación integral de la persona.
La familia es la primera escuela, en donde las relaciones interpersonales que se dan han de ser el fruto de un clima de armonía, cariño, respeto y amor. Estas relaciones perduran en el niño durante toda su vida. Muchas conductas sociales negativas que presenten los niños, los jóvenes de hoy son el fruto del maltrato, del manejo inadecuado de las relaciones interpersonales, teniendo en cuenta que no se respeta la persona. Se abusa de la autoridad de padres, no se estimulan las relaciones de los hijos, entre otros.
TEMAS:
UNIDAD III
ÁREA FAMILIAR

3.1 La comunicación familiar
3.1.1 La vida en familia
3.1.2 Elementos claves para mejorar las relaciones familiares
3.1.3 Las relaciones entre los cónyuges
3.1.4 Las relaciones padres - hijos
3.1.5 La administración del hogar
3.1.6 La vivencia en familia
3.1.7 La economía familiar
3.1.8 La recreación en familia, los medios de comunicación social
3.1.9 Las prácticas religiosas y la vida familiar
3.1.10 Los conflictos familiares
3.1.11 La vida familiar frente a los castigos
3.1.12 La vida familiar frente a los esfuerzos
3.1.13 La psicología masculina y femenina y su incidencia en la vida familiar,
3.2 Los hábitos higiénicos en la vida del niño
3.3 Información sobre la fármaco – dependencia
3.4 Acciones preventivas- tratamiento

4. UNIDAD IV
ÁREA NUTRICIÓN

Buena parte de los problemas escolares y deficiencias en el orden físico y mental son la consecuencia de una deficiente y la inadecuada alimentación
Conocer la forma de preparar y conservar los alimentos es de gran utilidad y necesidad en los hogares ya que por el desconocimiento en esta materia, se pierden muchos productos repercutiendo negativamente en la salud y economía familiar.

TEMAS
UNIDAD IV
1. Salud y nutrición
2. Valor de los alimentos
3. El grupo de alimentos. Su valor nutritivo
4. La preparación de los alimentos condiciones
5. Higiene personal
6. Higiene de la vivienda
7. Los productos de cosecha y su incidencia en la economía familia y en el estado nutricional de los miembros
8. Prevención de accidentes en el hogar. Recomendaciones
9. El grupo de vacunas. Cuándo se suministran. Utilidad

5. UNIDAD V

AREA LEGAL

Es importante que los esposos tengan amplia información sobre las obligaciones y derechos frente a la institución familiar. En muchas oportunidades se presentan problemas familiares de tipo legal para lo cual no se sabe a quién se debe acudir, que alcances tiene el problema, quienes están comprometidos, etc. Por lo anterior se hace necesario informar y documentar a los padres sobre las normas jurídicas que orientan las relaciones familiares, de igual manera de los servicios que en bien de la familia ofrece el I.C.B.F., Las cajas de compensación familiar y todas aquellas entidades que en sus programas buscan fortalecer la acción de la familia.

TEMAS
UNIDAD V

1. Concepto sobre derecho de familia
2. Legislación sobre familia y el menor
3. Concepto sobre el matrimonio
4. Separación de cuerpos. Causales y efectos
5. Obligaciones y derechos que se deben los cónyuges
6. Legitimidad de los hijos. Cómo probarse
7. Juicio de alimentos. Como se tramita, Causales. Efectos
8. El I.C.B.F objetivos y funciones. Servicios que presta a la familia y al menor.

RECURSOS

La Escuela de padres y los armadores del trabajo educativo contará con los siguientes recursos:
1. Humanos: Los padres de familia recurso fundamental para esta tarea. Así mismo muchos de ellos pueden colaborar con charlas o conferencias de acuerdo con sus experiencias. Es importante aprovechar vivencias, conocimientos y experiencias de los padres de familia. Los docentes encargados de orientar, animar y llevar adelante este proyecto.
2. Institucionales: Los encargados de orientar el programa de Escuela de Padres buscarán mantener una permanente comunicación con otras instituciones de carácter oficial y privadas que trabajen en las áreas familiar, educativa, salud, nutrición, recreación y asistencia legal, con el fin de fortalecer y mejorar la calidad de las acciones educativas propuestas. Entre otras entidades, se pueden mencionar Instituto Colombiano de Bienestar familiar, Instituto Municipal de Salud, Secretaría de Educación, universidades entre otras.
3. Económicos: Para su buen funcionamiento la escuela de Padres podrá funcionar utilizando recursos del colegio, que serán destinados a los distintos gastos que puedan presentarse tales como Papelería, documentos, convivencias, días de campo, entre otros.
4. Didácticos: Entre los recursos didácticos que puede contar la escuela de padres, están los siguientes: diapositivas, películas, VH, DVD, Grabadora, Cassetes, afiches, carteleras, juegos educativos, documentos.


EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO

Después de cada sección se realizará la Evaluación del trabajo a través de la observación, Control de asistencia de los padres.

Recomendaciones:
Al proyecto debe dársele continuidad para el logro de una mayor efectividad, se ha de entender que dicho proyecto busca mejorar las relaciones padres e hijos las cuales se verán reflejadas en unos mejores resultados tanto académico como comportamentales.


BIBLIOGRAFIA


DUQUE YEPES, Hernando, ”Cómo mejorar las relaciones familiares” Ediciones
San Pablo, 1995, Santafé de Bogotá
ISAZA DE ROJAS, Elsy, “Talleres para Padres de Familia”, Ediciones Paulina,
2000,Bogotá D.C.
RAAD ALJURE, Yamile, ”Formación para la vida y el amor”“, Ediciones Paulina,
2000, Bogotá
TRIANA BLANCA ISABEL, SALCEDO MARIA VICTORIA “ La Tertulia Familiar“,
Talleres para padres de familia, Editorial Magisterio, 1996, Bogotá D.C.


ANEXOS
MATERIAL A DESARROLLAR
Tips para acercarme a mi hijo adolescente
Ayudar a los hijos en sus dificultades es un reto que, muchas veces, se presenta pesado, infructuoso y casi imposible
El hijo que crece "aparentemente" tiene su vida hecha. La independencia, el "déjenme ser", es su mayor eslogan. Los consejos, regaños e indicaciones le hacen sentir como niño o adolescente y, por eso, los rechaza como jarabes amargos.
Tiene conciencia de su libertad y, bien o mal, sabe que puede usarla, aunque desconoce su verdadero sentido. Se siente joven y experimenta que puede asir el mundo con un apretón de manos. Este mundo atrapa su sed infinita de felicidad y es lo que le causa las peores jugadas.

Quizá, un abismo gigantesco interfiere en las relaciones con los hijos. Los problemas y las dificultades que atraviesan en sus vidas personales parecen inasequibles para los padres. Los consejos y la cercanía que éstos quieren brindar, no llegan hasta la orilla de sus hijos con el impacto esperado.
Unas veces, el puente de comunicación natural y sencilla de los primeros años de la infancia y de la adolescencia, se debilita y es difícil cruzarlo. Otras, tristemente, el gigante invisible de la juventud ya lo ha arrancado con un vigor impulsivo e irreflexivo, destruyendo cualquier esfuerzo de acercamiento a los problemas que tienen.
¿Qué hacer?
La respuesta no es nada sencilla porque los hijos tampoco están en una etapa fácil. A veces el error de los padres es la desesperación, la impaciencia o la forma brusca y autoritaria en el actuar (por ejemplo: correrlos de la casa).
Un buen medio es la comunicación entre los padres. Entre los dos se podrán ayudar mejor a conocer a sus hijos. También ayuda tratar de "meterse en sus zapatos". Intentar sentir lo que sienten, pensar en las contrariedades que les acechan o que pueden estar pasando (¡están todavía madurando y necesitan comprensión!).
Una postura rígida, por ejemplo, puede transformarse en una actitud afable, amigable, paternal: Una gota de comprensión atrae más a los hijos que un barril de regaños.

Otra solución estriba en el arte de escuchar a los hijos, interesarse por ellos; salir de las "burbujas" rutinarias y darles el tiempo y la atención que merecen. Ayuda mucho preguntarles su opinión, pedirles consejo, hacerles ver que su punto de vista cuenta mucho. Aunque todavía no lo sean, necesitan ser tratados como adultos.
Es mejor dar espacio a su iniciativa personal y a sus propuestas, que "acribillarlos" con órdenes y prohibiciones que pueden resolverse en un acuerdo mutuo y constructivo. Y en esos diálogos, conviene valorar sus decisiones para que se hagan responsables de sus actos.

Hay momentos que quizá ya se ha intentado mucho y los problemas de los hijos parecen insuperables. Pensemos, por ejemplo, en aquéllos que están sumergidos en la droga o el alcohol. Por desgracia, la solución se escurre de las manos como el agua (¡y eso es lo más duro!).
Desde la perspectiva humana todo parece imposible. En esos momentos lo mejor es pedir ayuda. Buscar a un perito en la materia, más aún, pedir ayuda al pedagogo más veterano, al experto de lo "imposible": a Dios.
La oración dirigida a Dios orienta los sufrimientos, preocupaciones, deseos, esfuerzos humanos y sobrehumanos hacia el bien de los hijos. Con ella, se edifica un puente invisible a los ojos humanos, pero no al corazón del que cree; un puente que llega hasta lo más profundo de sus corazones, pues está construido con los ladrillos de la fe y de la esperanza.
Cuando humanamente se hace lo que está en las propias manos y se deja a los hijos en las manos experimentadas y sabias de Dios, el reto se aligera, el fruto empieza a madurar y lo que parecía imposible se hace real porque para Dios no hay nada imposible.

Familia: Diez mandamientos para ser buenos padres
1. Demuéstrale lo mucho que le quieres.
Todos los padres quieren a sus hijos pero ¿se lo demuestran cada día?, ¿les dicen que ellos son lo más importante que tienen, lo mejor que les ha pasado en la vida? No es suficiente con atender cada una de sus necesidades: acudir a consolarle siempre que llore, preocuparse por su sueño, por su alimentación; los cariños y los mimos también son imprescindibles. Está demostrado; los padres que no escatiman besos y caricias tienen hijos más felices que se muestran cariñosos con los demás y son más pacientes con sus compañeros de juegos. Hacerles ver que nuestro amor es incondicional y que no está supeditado a las circunstancias, sus acciones o su manera de comportarse será vital también para el futuro. Sólo quien recibe amor es capaz de transmitirlo. No se van a malcriar porque reciban muchos mimos. Eso no implica que dejen de respetarse las normas de convivencia.
2. Mantén un buen clima familiar. Para los niños, sus padres son el punto de referencia que les proporciona seguridad y confianza. Aunque sean pequeños, perciben enseguida un ambiente tenso o violento. Es mejor evitar discusiones en su presencia, pero cuando sean inevitables, hay que explicarles, en la medida que puedan comprenderlo, qué es lo que sucede. Si nos callamos, podrían pensar que ellos tienen la culpa.Si presencian frecuentes disputas entre sus padres, pueden asumir que la violencia es una fórmula válida para resolver las discrepancias.
3. Educa en la confianza y el diálogo. Para que se sientan queridos y respetados, es imprescindible fomentar el diálogo. Una explicación adecuada a su edad, con actitud abierta y conciliadora, puede hacer milagros. Y, por supuesto, ¡nada de amenazas! Tampoco debemos prometerles nada que luego no podamos cumplir; se sentirían engañados y su confianza en nosotros se vería seriamente dañada. Si, por ejemplo, nos ha surgido un problema y no podemos ir con ellos al cine, tal como les habíamos prometido, tendremos que aplazarlo, pero nunca anular esa promesa.
4. Debes predicar con el ejemplo. Existen muchos modos de decirles a nuestros hijos lo que deben o no deben hacer, pero, sin duda, ninguno tan eficaz como poner en práctica aquello que se predica. Es un proceso a largo plazo, porque los niños necesitan tiempo para comprender y asimilar cada actuación nuestra, pero dará excelentes resultados. No olvidemos que ellos nos observan constantemente y "toman nota". No está de más que, de vez en cuando, reflexionemos sobre nuestras reacciones y el modo de encarar los problemas.Los niños imitan los comportamientos de sus mayores, tanto los positivos como los negativos, por eso, delante de ellos, hay que poner especial cuidado en lo que se dice y cómo se dice.

5. Comparte con ellos el máximo de tiempo. Hablar con ellos, contestar sus preguntas, enseñarles cosas nuevas, contarles cuentos, compartir sus juegos... es una excelente manera de acercarse a nuestros hijos y ayudarles a desarrollar sus capacidades. Cuanto más pequeño sea el crío, más fácil resulta establecer con él unas relaciones de amistad y confianza que sienten las bases de un futuro entendimiento óptimo. Por eso, tenemos que reservarles un huequecito diario, exclusivamente dedicado a ellos; sin duda, será tan gratificante para nuestros hijos como para nosotros. A ellos les da seguridad saber que siempre pueden contar con nosotros. Si a diario queda poco tiempo disponible, habrá que aprovechar al máximo los fines de semana.
6. Acepta a tu hijo tal y como es. Cada crío posee una personalidad propia que hay que aprender a respetar. A veces los padres se sienten defraudados porque su hijo no parece mostrar esas cualidades que ellos ansiaban ver reflejadas en él; entonces se ponen nerviosos y experimentan una cierta sensación de rechazo, que llega a ser muy frustrante para todos. Pero el niño debe ser aceptado y querido tal y como es, sin tratar de cambiar sus aptitudes.No hay que crear demasiadas expectativas con respecto a los hijos ni hacer planes de futuro. Nuestros deseos no tienen por qué coincidir con sus preferencias.
7. Enséñale a valorar y respetar lo que le rodea. Un niño es lo suficientemente inteligente como para asimilar a la perfección los hábitos que le enseñan sus padres. No es preciso mantener un ambiente de disciplina exagerada, sino una buena dosis de constancia y naturalidad. Si se le enseña a respetar las pequeñas cosas -ese jarrón de porcelana que podría romper y hacerse daño con él, por ejemplo-, irá aprendiendo a respetar su entorno y a las personas que le rodean. Muchos niños tienen tantos juguetes que acaban por no valorar ninguno. A menudo son los propios padres quienes, como respuesta a las carencias que ellos tuvieron, fomentan esa cultura de la abundancia. Lo ideal sería que poseyeran sólo aquellos juguetes con los que sean capaces de jugar y mantener cierto interés.Guardar algunos juguetes para más adelante puede ser una buena medida para que no se vea desbordado y aprenda a valorarlos.
8. Los castigos no le sirven para nada. Los niños suelen recordar muy bien los castigos, pero olvidan qué hicieron para "merecerlos". Aunque estas pequeñas penalizaciones estén adecuadas a su edad, si se convierten en técnica educativa habitual, nuestros hijos pueden volverse increíblemente imaginativos. Disfrazarán sus actos negativos y tratarán de ocultarlos. Podemos ofrecerles una conducta aceptable con otras alternativas.

9. Prohíbele menos, elógiale más. Para un crío es tremendamente estimulante saber que sus padres son conscientes de sus progresos y que además se sienten orgullosos de él. No hay que escatimar piropos cuando el caso lo requiera, sino decirle que lo está haciendo muy bien y que siga por ese camino. Reconocer y alabar es mucho mejor que lo que se suele hacer habitualmente: intervenir sólo para regañar. Siempre mencionamos sus pequeñas trastadas de cada día. ¿Por qué no hacemos lo contrario? Si, con un gesto cariñoso o un ratito de atención resaltamos todo lo positivo que nuestros hijos hayan realizado, obtendremos mejores resultados.
10. No pierdas nunca la paciencia. Difícil, pero no imposible, Por más que parezcan estar desafiándote con sus gestos, sus palabras o sus negativas, nuestro objetivo prioritario ha de ser no perder jamás los estribos. En esos momentos, el daño que podemos hacerles es muy grande. Decirles: "No te aguanto"; "Qué tonto eres"; "Por qué no habrás salido como tu hermano" merman terriblemente su autoestima. Al igual que sucede con los adultos, los niños están muy interesados en conocer su nivel de competencia personal, y una descalificación que provenga de los mayores echa por tierra su autoconfianza. Contar hasta diez, salir de la habitación..., cualquier técnica es válida antes de reaccionar con agresividad ante una de sus trastadas. En caso de que se nos escape un insulto o una frase descalificadora, debemos pedirles perdón de inmediato. Reconocer nuestros errores también es positivo para ellos.

El ejercicio de la autoridad en los padres

¿Qué ocurre cuando no tenemos autoridad en la familia? Que nuestro hijo se apodera de ella. Los educadores saben que una autoridad bien entendida obtiene el respeto del niño y es la piedra angular para desarrollar personas equilibradas y felices. de eso se trata, de ayudar a crecer. ¿Cómo conseguir autoridad? Es importante tomar decisiones correctas y útiles para el niño día a día.
La palabra autoridad se deriva del verbo latino "augere", que quiere decir ayudar a crecer. Para un educador es importante distinguir entre:
"ser autoridad"
"tener poder"
"tener autoridad"
Una persona es autoridad por el cargo que ocupa. El director en la empresa, el alcalde en la ciudad, el profesor en la clase o el padre-madre en la familia son, por principio, la autoridad. Como consecuencia de ser autoridad tienen, a priori, un capital de prestigio y de reconocimiento que les permite tener autoridad.
En efecto, cuando nace nuestro hijo todos los padres disponemos del mismo capital de autoridad. En cambio, vemos a diario que, cuando un niño tiene sólo tres años, ya hay padres que han sido capaces de aumentar su autoridad y padres que han perdido gran parte del capital con que partieron. Para seguir teniendo autoridad es preciso ganarla día a día con decisiones:
correctas, justas y útiles.

Por otro lado, el ser autoridad conlleva no sólo tener poder para mandar a otros, sino también una capacidad coercitiva. Es aquello de que quien manda, manda, aunque mande mal. Cuanta más autoridad tenemos como padres, menos hemos de ejercer el poder. Y al contrario, en la medida que nuestra autoridad disminuye, debemos imponer medidas coercitivas: castigos, gritos, enfados, etc. que cada día han de ser mayores para que tengan efecto, deteriorando así la buena relación entre nosotros y nuestros hijos y, en consecuencia, la calidad de vida familiar.
¿Qué pasa cuando no tenemos autoridad en la familia?
Tenemos que partir de la base que la relación entre padres e hijos en edad de educar no es una relación de igualdad, sino jerarquizada. Un padre es un adulto al que se le supone una sabiduría que nuestro hijo no tiene. Los niños, hasta la adolescencia, tienen una gran capacidad para aprender datos y conocimientos, pero no tienen sentido común para afrontar muchas situaciones de la vida diaria. Hemos de ser nosotros, los padres, quienes pongamos los límites a su libertad individual para protegerlo físicamente, ya que puede, por ejemplo, cruzar la calle impulsivamente sin reparar en los coches que lo pueden herir o matar.
Igualmente debe ser un adulto quien le obligue en ocasiones a realizar una tarea que en principio no le apetece pero que a largo plazo supondrá un gran bien para él. Es el caso de muchos niños que tienen en un primer momento aversión a la natación, pero tras obligarles con firmeza y cariño aprenden a nadar y esta actividad acaba siendo una de las que más satisfacciones les produce.
Somos los padres quienes hemos de tomar decisiones por él para evitar males mayores que afectan además a otras personas, como compañeros y profesores. Fernando Savater dice "el padre que no quiere figurar sino como el mejor amigo de sus hijos, algo parecido a un arrugado compañero de juegos, sirve para poco; y la madre, cuya única vanidad profesional es que la tomen por hermana ligeramente mayor que su hija, tampoco sirve para mucho más".
Cuando no tenemos autoridad, nuestro hijo se convierte en autoridad, llegando a disponer y a usar la correspondiente cuota de poder inherente a ella. Nadie desea un jefe que no tenga ni sabiduría, ni sentido común, ni ningún sentido de la medida para ejercer su poder, porque estaremos soportando y sufriendo un tirano, un dictador, que es en lo que se convierte nuestro hijo cuando se da esta circunstancia.

En segundo lugar, si nuestro hijo no encuentra "autoridad" en casa porque la hemos perdido, la busca fuera de ella. Busca líderes individuales que no siempre son positivos para él o se refugia en el grupo al que sigue y sirve de modo gregario (gregario quiere decir en rebaño) ciegamente, sin hacer caso a los esfuerzos de las personas que lo quieren bien.
Por último, muchos de nosotros, cuando llegamos a esta situación, nos sentimos impotentes, pedimos ayuda al Estado y a la escuela, y no sólo queremos que actúen por nosotros, sino que además exigimos resultados cuando a lo largo de los años no hemos sabido o querido vivir como un adulto con todas sus consecuencias.
¿Cómo tener autoridad?
El primer requisito para tener autoridad es, como ya hemos dicho, ejercerla día a día. Como cualquier actividad, si no se practica se pierde. Los padres hemos de tomar decisiones diarias que ayuden a nuestro hijo a respetar los límites naturales, que le ayuden a madurar como persona. La permisividad y el "dejar hacer" son enemigos de la autoridad que ayuda a crecer.
En segundo lugar es necesario huir del autoritarismo, consistente en el ejercicio del poder de modo injusto, inútil y cuando no se debe.
En tercer lugar, para tener autoridad es preciso tener prestigio. Una persona tiene prestigio cuando se le reconoce una habilidad o cualidad determinada. Un estudio de la Universidad de Navarra comprobó que el prestigio de los padres ante los hijos no depende ni del dinero que ganan, ni del coche que tienen, ni de la práctica de un deporte, ni tan siquiera del cargo que ocupan, sino que depende de tres factores fundamentales:
Del modo de ser de la persona: generosa, serena, optimista, humilde, generosa, ...
Del modo de trabajar: el hijo exige de sus padres un trabajo de calidad y un comportamiento honrado en su actividad laboral.
1. Del modo de tratar a los demás: Tanto a la familia como a los amigos y compañeros, o a la sociedad en general.
2. Por último, no hay autoridad sin respeto fundamentado en la integridad, la sinceridad y la empatía con el prójimo, nunca en el miedo y en la imposición.